domingo, 8 de enero de 2017

Cicerón. Parte V. Crisis.

Crisis

En 62 a. C., muerto ya Catilina, decidió retirarse momentáneamente de la política, dominada entonces por radicales ambiciosos; este retiro acabó en 60 a. C., cuando declaró su oposición al triunvirato que constituyeron César, Pompeyo y Craso. En 59 a. C., año del consulado de César y Bíbulo, éste intentó neutralizar al orador nombrándole comisario responsable del reparto de las tierras de Campania entre los veteranos que combatieron contra Mitrídates. No obstante, Cicerón consideró que lo más prudente era rechazar el puesto.
En marzo de 58 a. C. sus adversarios políticos encabezados por Pisón y Clodio —con el que se enemistó durante el escándalo de la Bona Dea (62 a. C.)— le acusaron de asesinar ciudadanos romanos ilícitamente durante su consulado y coaccionaron a los senadores para que decretaran su exilio en Dirraquio (Durazzo). Lucio Ninnio Cuadrato, tribuno de la plebe aquel año, se opuso al destierro; a primeros de junio presentó una moción para el regreso del arpinate. El 25 de enero de 57 a. C. ocho tribunos de la plebe encabezados por Quinto Fabricio propusieron una ley para su regreso que se vio obstaculizada por Clodio. Sin embargo, ese mismo año otros tribunos de la plebe (entre los que se encontraba Quinto Numerio Rufo) se opusieron a su retorno.
En 56 a. C. Milón impulsó el retorno del orador, que inmediatamente reanudó su actividad como letrado en los procesos contra Publio Sestio —Pro Sestio— y Celio —Pro Caelio— implicados en los disturbios provocados por las bandas de Clodio y Milón. Cicerón se obstinó en reconstruir su casa —e incluso los senadores le indemnizaron con dos millones de sestercios— pero recuperar los terrenos iba a resultar problemático después de que Clodio erigiera un templo allí; cuando presionó para que se eliminara el carácter sacrosanto del edificio, Clodio —que en ese momento era edil— le acusó de sacrilegio ante los ciudadanos y ordenó a sus hombres que impidieran el desarrollo de las obras e incendiaran la vivienda de su hermano. Finalmente Pompeyo decidió intervenir para restablecer el orden.


Cicerón correspondió el auxilio de los triunviros con un discurso en el que apoyaba la ampliación de cinco años del proconsulado de César en la Galia que propuso Trebonio: la Lex Trebonia.

Pompeyo el Grande.
La lucha política se trasladó a la calle, donde simpatizantes de uno y otro lado —'optimates y populares— provocaron violentos disturbios que empañaron el desempeño ordinario de las elecciones.

En 52 a. C. Clodio murió asesinado en uno de estos altercados; Cicerón aceptó el caso como letrado de Milón, acusado de ordenar la muerte de su adversario. No obstante, el clima político era tan tenso que no pudo desempeñarse correctamente durante el proceso y perdió. Milón evitó la condena autoexiliándose en Massilia. Cicerón publicará años más tarde el Pro Milone, uno de los discursos más célebres del orador.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario