Areté.
El
castellano actual no tiene ningún equivalente de esta palabra. Se suele
traducir por virtud, pero siempre con matizaciones. Virtud es una palabra
latina cuya traducción del griego perdió parte de sus connotaciones, y con el
uso que el cristianismo ha hecho de ella, ya no tiene nada de su significado
originario, por tanto apenas usaremos esta traducción. No tiene nada que ver
con el sentido posterior de bueno ni de virtud moral.
En
su origen tiene que ver con lo aristocrático, con la magnanimidad y la grandeza
de ánimo, con el que se exige a si mismo. Es el producto de una disciplina
consciente, reservada a los nobles y a los guerreros, unida a una conducta
selecta y al heroísmo. Designa la fuerza y la destreza de los luchadores, el
valor heroico, pero no en sentido moral, sino de fuerza.
Se
asocia tambien al hombre de calidad, para el cuál, lo mismo en su vida privada
que en la guerra, se rige por sus propias normas de conducta, ajenas al común
de los hombres. En este concepto de la areté, se funda el carácter
aristocrático del ideal de la educación y revela el original sentimiento del
heroísmo entre los griegos. En el cínico este carácter se hace notable en su
afán por seguir solamente su propia ley y su conducta de acuerdo a su
pensamiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario